
15 Jun Consejos para comprar una vivienda sin preocupaciones
Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona. Es un momento que marca el inicio de nuevas etapas o nuevos proyectos de vida, en los que se desea entrar con buen pie y sin preocupaciones.
En el momento de decantarse por una vivienda u otra entran en juego varios factores: desde económicos y financieros, hasta cuestiones más prácticas e incluso emocionales. Es importante encontrar un equilibrio entre todas ellas y dedicar el tiempo necesario antes de dar la respuesta definitiva.
En este artículo, vamos a hablar sobre algunos de los detalles más importantes a la hora de comprar una vivienda
- No tener en cuenta el precio total de la propiedad. El coste de la compra de una vivienda no solo se reduce al precio de la propiedad. En el proceso, surgen una serie de gastos que hay que afrontar: impuestos, notario, registro de la propiedad o gastos relacionados con la hipoteca.
Muchas veces no se tienen en mente, pero es importante incluirlos a la hora de establecer el presupuesto máximo que se puede asumir.
- No conocer lo suficiente los alrededores de la vivienda. Cuando se compra una vivienda no solo se inicia una nueva vida en la propiedad en sí, también con el entorno en el que se encuentra.
Antes de tomar la decisión, no dudes en pasear por el barrio, incluso en distintos momentos del día, descubrir cuál es su rutina y su forma de vivir, qué servicios tienes alrededor, etc.
- No hacer las visitas necesarios o hacerlas sin observar todos los detalles. Siempre recomendamos hacer las visitas que consideres que hagan falta para conocer tu futura vivienda y, en cada una de esa visita, mantén la atención en todo momento para observar los detalles. En este sentido, ir acompañado de un amigo o familiar puede ser interesante para ver diferentes puntos de vista.
- No tener en cuenta las necesidades a largo plazo. La adquisición de una vivienda implica un proyecto a futuro y, como en todo futuro, los cambios surgen. Por eso, en el momento de tomar la decisión, es recomendable no solo pensar en el momento presente, si no en posibles nuevas situaciones (como, por ejemplo, que la familia crezca).
- No negociar el precio. Ya sea por falta de capacidad negociadora o, incluso, por vergüenza. Intentar llegar a un acuerdo económico en el momento de cerrar el trato puede suponer un ahorro significativo.
- Precipitarse en la decisión. En ocasiones, ya sea por prisa o por impulsividad, puede tomarse una decisión sin tomar el tiempo necesario para reflexionar el tiempo necesario.
Como ves, hay muchos factores y detalles a los que hay que prestar atención a la hora de comprar una vivienda. Por eso, nuestra recomendación siempre será estar acompañado durante el proceso y contar con la asesoría profesional de un agente inmobiliario. ¡Notarás la diferencia!
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